Dejando el pasado atrás, sigo
adelante.
Sebastián tiene muchas
razones que inundan su mente, éstas lo
obligan a tener su pasado marcado a
fuego en la piel, un pasado que arrastra y que no lo deja avanzar. No es que sea
un pasado traumático, no, es un pasado que volvería a vivir mil veces, pero sin
embargo pesa y la vida se le esfuma entre esos recuerdos.
-Debes soltar lo que nos
sucedió- le aconsejo aquella muchacha de ojos color café.
-No puedo- contestó él
sumido en la tristeza.
-Esfuérzate- dijo y lo dejo allí,
sumergido en sus recuerdos
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