Desde chicos amaron la música, nadie les enseño lo que era,
solo se reunían y la creaban, sus instrumentos muchas veces eran producto de su
imaginación, desde ese entonces, supieron que esa era la pasión que los uniría
por siempre. Sin embargo después de un sin fin de situaciones lo que solo los
mantendrá unidos será la Amistad. Esa fuerza misteriosa que une dos mundos
diferentes y nutre del ingrediente más especial que el ser humano pueda tener,
el Amor.
Me gustó escribir esta historia, porque pude plasmar en ella
algo de lo que uno mismo vivió en su infancia, estoy hablando en una infancia
donde todavía se juntaban los primos en la casa de los abuelos los sábados por
la tarde, jugaban trepando árboles o simplemente a cualquier juego que se
inventaban. En esas escasas horas podían salir las ideas más descabelladas,
desde salir a recorrer el cementerio como si fuera un lugar misterioso o simplemente quedarnos panza arriba mirando
el cielo y adivinar la forma de las nubes. Algo que escasea en estos días.
Después se suma la imaginación y como buena lectora del
género romántico, no puede faltar un toque de amor, mucha amistad y también
maldad. Es ficción, pero creo mucho en que los sueños se cumplen si luchamos
por ellos y es lo que los une a estos aventureros.
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